Quince años tiene

Quizás ella también se enamore o esté enamorada, o quizás no. La verdad es que no lo sé, porque no la conozco.Y esto es duro de escribir.Pero cierto.

No la conozco, porque me fui de España y ella tenía once años, y ahora cada vez que vuelvo me encuentro una señorita que me mira desde unos tacones altos.

No la conozco. Me imagino que la veo en el metro, y pienso, qué chica tan guapa. Y luego sigo leyendo. Me imagino que ella me mira, y quizás piense, me gusta su bolso. Y sigue con el movil. Pero así es la vida, y es la parte mala de ser emigrante. Que estás lejos, y te pierdes cosas. Como los años, por ejemplo.

Quince años. Con quince uno lo vive todo distinto, todo es intenso, todo es nuevo, todo es una llama que prende y quema. Las amistades, que en esa edad lo son todo. Todo. Los enfados, las alegrías, las penas. Se ríe a muerte. Y se llora hasta que se el corazón se vacía.

Luego eso se pierde; los años atemperan las emociones. Esa es la verdadera desgracia de hacerse mayor; quedarse frío. Y no las arrugas.

Quince años. Tienes tanto por vivir, tantas emociones nuevas. Acabas de comprar un ticket para la montaña rusa de la vida, y ya verás que vueltas de campana. Y te lo digo con envidia.

Ahora ríe y llora, y odia a tu mejor amiga, y vuélvela a querer, y enamorate y besa y muerde y escupe la rabia contra todo y contra nadie.

Porque los quince son solo el principio.

Feliz cumpleaños, preciosa.