Nos levantamos todos los días y seguimos (más o menos) la misma rutina. Muchas veces nos movemos con un nubarrón negro encima, refunfuñamos un buenos días, nos molesta todo, el ruido, la lentitud del semáforo, llegar tarde, encerrarnos en nuestras cajas, los juguetes sin recoger, todo molesta. Y no nos paramos a pensar lo fútil de esa rutina, si lo comparamos con la inmensa, atronadora y cierta realidad que es que un día nuestros seres queridos o nosotros mismos podemos desaparecer.
Qué ridículo, pensar que de repente ya no estés. Cuando los dos sabemos que es imposible. Pero no: ocurre, pasa, todos los días, a todas horas. Estúpidos de nosotros, nos creemos inmortales. Y resulta que no lo somos.
@cristinabouescribiendo
Sinopsis de La ridícula idea de no volver a verte.
Es este un libro sobre la vida de Madame Curie, pero no la científica, o mejor, no sólo la científica, también la mujer, la madre injusta (¿no lo somos todas?), la hija llena de remordimientos (ídem), la hermana sacrificada, la amante apasionada, en fin, una mujer que rompió prejuicios en una época en que prácticamente sólo podíamos ser madres o cuidadoras.
Os dejo la sinopsis:
Cuando Rosa Montero leyó el maravilloso diario que Marie Curie comenzó tras la muerte de su esposo, incluido al final de este libro, sintió que la historia de esa mujer fascinante le llenaba la cabeza de ideas y emociones. La ridícula idea de no volver a verte nació de ese incendio de palabras, de ese vertiginoso torbellino: «Éste es un libro sobre la vida… apasionado y alegre, sentimental y burlón.» Al hilo de la extraordinaria trayectoria de Curie, reflejada aquí en sus aspectos más desconocidos, Rosa Montero construye una narración a medio camino entre el recuerdo personal y la memoria de todos, el análisis de nuestra época y la evocación íntima; habla de la superación del dolor, de las relaciones entre hombres y mujeres, del esplendor del sexo, de la ciencia y de la ignorancia, de la fuerza salvadora de la literatura y de la sabiduría de quienes aprenden a vivir con plenitud y ligereza.
El duelo en La ridícula idea de no volver a verte
En realidad es mentira: Rosa nos miente al decir que es una biografía. Es esta una carta sobre el duelo, el suyo propio y el universal, aquel que todos pasamos o pasaremos. Es una excusa para abrir una pequeña ventana en su dolor, ya os digo, pequeña, diminuta, porque como ella misma nos cuenta lo suyo no es el auto flagelo.
Me he encontrado muchos pasajes de esos que te hacen levantar la vista y reflexionar. Como tanta otra gente, hace un tiempo perdí a un familiar de manera inesperada. Pero tengo un agravante: y es que estando en Chile no pude ir al funeral. Todavía no he ido a casa.
Fue raro, seguir con el día a día, sabiendo que al otro lado del océano todo había cambiado, pero aquí seguía igual. Rosa Montero habla de esto: de la incredulidad de que sigan pasando las estaciones, de que el mundo siga su curso.
No creo en los funerales. Al llegar ahí, ya está todo dicho. No me apena no haber podido ir a «despedirme», solo no haber estado cerca para acompañar a quien debía. No, yo recuerdo perfectamente nuestra despedida, que, los dos pensábamos, era hasta el próximo viaje a Valencia.
Recuerdo que me abrazó como él me abrazaba en cada adiós. Con el cariño acumulado y rara vez dicho, desde la entereza que él se autoimponía como hombre. Pienso en el tiempo que estuvimos distanciados, pienso en las risas que sí compartimos. En las veces que posiblemente pensamos mal el uno del otro, que censuramos nuestras decisiones. En las veces que nos admiramos.
Todo desaparecido.
Cada uno enfrenta el duelo a su forma, y esto es lo primero que deberíamos saber. Lo cierto es que nada puede suponer un alivio, pero sí una reflexión, una especie de catarsis común, al sentir la pertenencia a un grupo, algo así como no soy la única que pasa por esto.
Para eso, y para afrontar otros miedos, puede servir este libro.
Bonus track en La ridícula idea no volver a verte
Es esta también una reflexión sobre la libertad de la escritura, para aquellos que nos gusta y nos sentimos esclavos de crear historias, así como sobre el feminismo, sobre tempus fugit y carpe diem y más latinajos.
Ah, se me olvidaba.
Por encima de todo, es una carta de amor.
30 de junio de 2022
Me encantó su comentario hacerca de el enamoramiento. Justamente estaba escribiendo algo al respecto, será algo definitivo y hermoso como solo puede serlo ese sentimiento. Cuando termine de escribirlo Ud. Como mi profesora, será de las primeras en leerlo. Espero no defraudarle con mis escritos. Muy agradecido con sus enseñanzas. Ojalá que cada día más personas puedan aprender junto a ud.
30 de junio de 2022
ohhh Gracias Angel, ¿cómo puedes decir defraudar? ¡Me encanta leerte! ¡Naciste para escribir. Muchas gracias por todos tus comentarios y gracias por haberme leído
30 de junio de 2022
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